jueves, 28 de marzo de 2024, 11:07

César Ruiz: “Los de 500 Arrobas son vinos diferentes, elaborados con la tecnología de hace 200 años”

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Llevan fraguando el proyecto desde hace año y medio y sus vinos tienen sólo unos meses de vida. Sin embargo, a pesar de su juventud, son ya muy conocidos y valorados en la comarca y la provincia. Hablamos de 500 Arrobas, una bodega que de momento ha elaborado sólo 30.000 botellas de tres vinos, Sensual, Punto en Boca y 500 Arrobas, y que lo hace con el fin de que sus caldos mantengan el carácter de la zona. Para ello, elaboran vinos diferentes a lo que se puede encontrar actualmente en el mercado y en tinajas de barro, utilizando la tecnología de hace 200 años. Además, intentan fomentar sobre todo el contacto con el cliente final y el enoturismo. De todo ello hemos hablado con los responsables de este interesante proyecto, César Ruiz Vargas y Antonio López Abellán.


¿Cómo surgió la idea de montar una bodega en los tiempos que corren?


Llevando el tiempo que llevamos en el sector, llegó un momento en el que queríamos elaborar un vino con nuestra personalidad. Y de ahí surgió la idea de tener nuestra propia bodega pero con una premisa fundamental, que era elaborar sobre tinaja de barro. Era lo que nos movía a hacer un vino diferente. Los vinos hoy en día están muy iguales todos en el mercado en ese sentido y nosotros buscábamos algo diferente, buscar una bodega que mantuviera las tinajas de barro para poder volver a elaborar en tinaja de barro.


Como se hacía antes…


Efectivamente, como se hacía antes. Es un paso hacia adelante pero mirando hacia atrás. Es un vino diferente pero con la tecnología de hace 200 años.


¿Qué es 500 Arrobas?


El nombre de la bodega viene de la capacidad que tienen nuestras tinajas. Como la idea fundamental era la idea del barro, todo tiene que girar en torno a ese barro. ¿Qué nombre ponerle a la bodega? Pues algo que tuviera que ver con las tinajas. Barajamos muchas posibilidades y el nombre más acertado era la capacidad que tenían nuestras tinajas, ya que cada tinaja tenía 500 arrobas. Era la medida que tenían para medir el volumen por aquel entonces.


¿Cuánto tiempo lleváis con este proyecto?


Este proyecto lleva fraguándose desde hace año y medio y los vinos en la calle están desde enero de este año.


¿Cuál es la filosofía de 500 Arrobas?


Intentar hacer un vino que mantenga el carácter de la zona. Tenemos una bodega que tiene más de 200 años de antigüedad, tenemos este patrimonio. Intentamos también mantener el patrimonio vitícola elaborando con cepas antiguas de viña vieja y dando valor a nuestra cencibel, que es la variedad autóctona de la zona. Poniéndola sobre el papel y elaborando un vino de la forma más artesanal posible. Y viendo cómo es posible, con la materia prima que tenemos aquí, elaborar un gran vino.


¿Cómo es el proceso desde que cogéis la uva hasta que se embotella el vino?


Primero seleccionamos las parcelas, que es lo fundamental. Ya tenemos unos proveedores de donde seleccionamos la uva. Y después el proceso tiene que ver con mimar mucho el campo. Así, la elaboración es lo menos intrusiva posible, de manera que salga un producto lo más natural que podamos.


¿Habéis pensado en tener vuestras propias viñas?


Tenemos una parcela en propiedad y luego tenemos dos parcelas de proveedores. La producción es muy pequeña, unos 50.000 ó 60.000 litros. Vamos a ir aumentando pero con esas tres parcelas tenemos ahora mismo colmadas nuestras necesidades de uva.


¿Cuántas botellas sacáis al mercado?


Hemos empezado con 30.000 botellas y la verdad es que al ritmo que vamos en pocos meses las vamos a vender. Con lo cual, iremos aumentando. Tenemos un tope máximo, que es la capacidad que tenemos aquí, que son unas 95.000 botellas.


¿Las vendéis en España mayoritariamente o también en el extranjero?


Nosotros vamos al revés que todo el mundo que exporta. Hacemos vino de kilómetro cero, que quiere decir, lo que podamos vender desde la bodega. Intentamos evitar el paso por distintos intermediarios para no encarecer el producto y todo lo que podamos servir desde la bodega al cliente final es nuestro objetivo. Actualmente la zona centro, Ciudad Real, Toledo, Madrid y algo en Levante, lo que podamos servir directamente nosotros.


¿Cuáles son los vinos que elaboráis?


En la calle tenemos tres vinos. Por un lado está el blanco, que se llama Sensual. El nombre es un poco rompedor porque siempre se habla de que el vino es muy social. Pero en una cena romántica de pareja no tiene que faltar una botella de vino. Por eso, si es el nuestro, mejor. Luego tenemos un tinto joven con el nombre de Punto en Boca. Con ello queremos llamar la atención a los que hablan de los vinos de La Mancha, que se dé un punto en boca y lo pruebe. Es un vino joven, cencibel, del año 2015, tiene un ligero toque de barrica y en él se pueden ver todas las características de nuestro cencibel. Y por último, el vino más serio es el 500 Arrobas. Es un vino cencibel también, elaborado con uva de cepa vieja. Lo destacamos en la etiqueta. Es de la añada 2013. De momento, son los tres que tenemos en la calle y seguiremos con ellos, lo que no quita que en algún momento elaboremos algún vino especial por algún motivo especial.


¿Qué expectativas tenéis ante la cosecha de este año?


Se está adelantando. Esta semana empezamos a vendimiar y la verdad es que las cosechas en esta zona son muy parejas todos los años. Hay años en que hay más o menos cantidad pero en cuanto a calidad suele ser siempre bastante homogénea y bastante buena. Este año viene adelantada, con algo menos de cantidad pero a nosotros eso no nos importa en demasía.


¿Qué proyectos tenéis?


De momento, afianzarnos. Sí nos gusta mucho el tema del enoturismo. La comarca recibe muchos visitantes, el Campo de Montiel, Infantes, Valdepeñas, y nos gustaría aprovechar y que pasaran por aquí y que conocieran nuestros vinos, los degusten y explicarles cómo los elaboramos. Esa pata del negocio es la que queremos trabajar porque creemos que explicar al cliente final cómo hacemos las cosas, lo pone algo más en valor.


¿Hacéis catas?


Sí, todo lo que el cliente quiera. Vienen grupos a la bodega, los degustan, les explicamos cómo los elaboramos, las características de los vinos, y se van muy contentos.


¿Qué os caracteriza y os diferencia del resto?


Lo fundamental es la autenticidad en cuanto a la elaboración en tinaja de barro, cosa que ya se ha perdido el uso de esa forma de elaboración. Y también el acercar el producto al cliente final. Nosotros estamos encantados de hablar con los clientes y en el día a día con ellos poder solucionar lo antes posible cualquier problema que surja.


¿De cara a las Fiestas del Vino de Valdepeñas vais a hacer alguna actividad?


Tenemos algo en mente junto a un hotel de Valdepeñas para dar a conocer a todos los clientes que pasen por el hotel nuestro producto. Es una forma también de acercar el producto al cliente final, sobre todo pensando en la gente de fuera para que prueben el vino de una manera diferente. Sería ofrecerles en la recepción del hotel una copa de bienvenida.