martes, 16 de abril de 2024, 22:33

En defensa de la libertad de enseñanza

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El pasado 8 de febrero, el Sr. Presidente de la JCCM, sin duda presionado por su socio insoslayable, Podemos, decidió en relación con los Presupuestos Regionales de 2016 congelar la partidas de gasto destinadas a los conciertos educativos de Educación Primaria y Secundaria, y adquirir el compromiso de reducir progresivamente la financiación pública de la Educación Concertada.

Ello supone, de hecho, la vulneración del Art. 27 de la Constitución, en sus puntos 1º y 3º, que implícitamente dan a las familias libertad de elección de Centro y, sobre todo, a la Ley socialista de la LODE, que consagró este sistema dual de enseñanza financiada por los impuestos de los ciudadanos. Desde luego, el socialismo español, hace ya muchos lustros democrático, debería frotarse las manos en fogosa crispatura. Por otro lado, hay que reconocer de forma palmaria que no se podría haber llegado a conquistar el derecho y el deber de todo ciudadano español a recibir una educación básica y general hasta los 16 años sin el concurso de los Colegios Concertados, pues siempre fue insuficiente la infraestructura estatal pura para albergar a toda la joven ciudadanía en las aulas. Y no parece muy gentil abandonar ahora al sector civil que ayudó a conquistar ese derecho constitucional.

Los liberales que creamos en el siglo XIX la Escuela Pública, tanto para la Primaria como para la Segunda Enseñanza, y a la que por cierto se opuso el Programa comunista de Gotha, supervisado por el mismo Engels, porque suponía que este derecho sólo sería ventajoso para las clases medias, también defenderemos siempre la no estandarización de la educación, siempre que se asuman los valores constitucionales y los principios de la Democracia, de suerte que los padres puedan ejercer sus derechos y sus deberes sobre lo que más quieren en el mundo, desde luego más que el Estado, y puedan ejercer efectivamente la libertad de elección de Centro. Digo “efectivamente” porque sólo si la sociedad civil participa, aunque sólo sea de forma auxiliar, en la acción educativa con instituciones propias se puede hablar de libertad de elección de Centro. Este principio, junto al de la libertad de cátedra, aseguran una educación en libertad y en democracia. Por ello, el Grupo Popular presentó una Moción también en defensa de los Colegios Concertados en el último Pleno, a la que no se permitió debatir con el voto mayoritario de la izquierda.

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