viernes, 19 de abril de 2024, 04:02

El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere impulsar el sector audiovisual de la región a través de mecanismos estables de financiación

|


230818 rg junta 2


El vicepresidente primero del Gobierno regional, José Luis Martínez Guijarro, ha destacado hoy en Cuenca el interés del Ejecutivo autonómico por impulsar el sector audiovisual de Castilla-La Mancha, convencido de que la industria cultural es una de las potencialidades en las que aún queda camino por recorrer.


Para ello, además de la creación de Castilla-La Mancha Film Comission -una iniciativa para promocionar nuestra región en la industria audiovisual y facilitar a empresas y profesionales sus rodajes que ya ha recibido más de 1500 solicitudes-, y de las ayudas a la producción audiovisual del ente público Castilla-La Mancha Media, el Gobierno regional quiere abordar la puesta en marcha de instrumentos estables de financiación.

“Yo personalmente quiero mantener contactos con el sector para ver cuáles son los mejores mecanismos, los más eficientes, para que tengamos en la región un sector potente que genere actividad y empleo”, ha dicho Martínez Guijarro, que ha avanzado también que CMMedia trabaja en la implantación de canales temáticos cuya parrilla estaría cubierta por las propuestas que lleguen del propio sector.

Así lo ha dado a conocer el vicepresidente primero hoy en la capital conquense, donde ha visitado el rodaje ‘Rocambola’, tercer largometraje del director de cine conquense, Juanra Fernández, que cuenta en su reparto con actores como Juan Diego Botto, Jan Cornet, Elisa Matilla y Sheila Ponce.

Una producción ‘made in Castilla-La Mancha’

Una producción, además, ‘made in Castilla-La Mancha’, puesto que gran parte del equipo, compuesto por más de treinta personas, es de la región; además de la producción y la financiación. También el Gobierno regional, a través de la Film Comission, ha prestado su colaboración a la película. La trama se sitúa en una vieja casa vacía en las inmediaciones de la hoz del Huécar, en Cuenca, y en la que un ladrón se cuela para robar pensando que sus propietarios la han dejado vacía. Aunque el rodaje se centra en este espacio, también aparecerán planos del Casco Antiguo, el puente San Pablo y el recinto amurallado de la ciudad de Toledo.