Víctor Nájera: "Haber cumplido 20 años en la asociación El Trenillo es una gran satisfacción y un estímulo para seguir adelante"

Hace dos décadas ya que un grupo de amigos y amantes del ferrocarril decidieron crear la Asociación de Amigos del Ferrocarril 'El Trenillo', una entidad que trabaja en la divulgación del ferrocarri y que tiene su sede en la propia estación de tren de Valdepeñas, a pie de vía, donde se puede visitar la gran maqueta que han ido construyendo a lo largo de los años y a la que no le falta detalle. Con motivo de la celebración este año de su vigésimo aniversario, hemos hablado con su presidente, Víctor Nájera, en esta entrevista.

¿Por qué crear una asociación de amigos del ferrocarril en Valdepeñas?

Esto parte de un grupo de apasionados que tuvieron conocimiento unos de otros en la rutina diaria valdepeñera. Establecieron contacto y de ahí surgió la idea loca de hacer una asociación. Este primer momento lo lideró nuestro presidente fundador Severino Tirado que, junto con Jesús Martín y Jesús Sánchez Ballesteros, son los tres artífices de la fundación de nuestra asociación. En un primer momento nos auspició la Asociación Manchega de Amigos del Ferrocarril en 1998 y estuvimos ahí durante unos años hasta que empezaron a entrar socios y conseguimos nuestro local por un acuerdo con Renfe, hicimos estatutos propios y constituimos la asociación.

¿Cómo fueron esos inicios?

Fueron apasionantes. Con dificultades siempre porque empiezas de la nada pero con mucha ilusión intentando contagiarlo con otros aficionados que íbamos conociendo. Fue una ilusión y un logro maravilloso poder conseguir un local social a pie de andén en la propia estación de ferrocarril de Valdepeñas. Eso fue gracias a un factor muy recordado y jefe de estación de Valdepeñas, Antonio del Pozo, y una vez que nos cedieron este local en régimen de alquiler hubo que acondicionarlo porque estaba cerrado. Era el antiguo local de PaqExpress donde todavía se conserva su ventanilla de despacho y su báscula para pesar los bultos, pero estaba en una situación en la que había que hacer una reforma bastante grande. La siguiente fase fue empezar con la maqueta que era nuestra gran ilusión. La maqueta estuvo en fase de construcción durante 6 años hasta que se completó toda la infraestructura de vías, el sistema eléctrico, y la fase de decoración. Es una inversión muy grande de dinero y nosotros nos mantenemos solo con las cuotas de nuestros socios. Con su gran esfuerzo conseguimos terminar esta maqueta que después de muchos años hoy ha vuelto a sufrir una remodelación grande porque la tecnología digital se ha introducido también en el mundo del modelismo ferroviario. Ahora con motivo de nuestro 20 aniversario hemos inaugurado un nuevo sistema digital que hace que los trenes se puedan controlar desde el ordenador o desde nuestro teléfono móvil.

¿Qué balance podéis hacer de estos 20 años?

Es positivo porque hemos consolidado la asociación, el número de socios. No hemos tenido nunca la pretensión de que sea una asociación grande, sino una familia. Es la filosofía de los fundadores y fluctuamos entre 15 y 20 socios pero es curioso que un tercio son de fuera de Valdepeñas. El balance es muy positivo porque 20 años es una cifra grande y no se planteaba en el inicio de la asociación y ahora rememorar estos 20 años de trayectoria supone una satisfacción y un estímulo para continuar hacia adelante y conseguir un relevo generacional, intentar que gente más joven se acerque a la asociación, que ya lo estamos consiguiendo.

¿Qué significa para vosotros cumplir 20 años?

Cumplir 20 años es haber alcanzado una meta. Que no era un objetivo primordial pero cuando empiezas algo tu ilusión remota es que tenga un largo recorrido y que se vayan incorporando nuevas generaciones y la labor que hacemos los miembros que tenemos puestos de responsabilidad vayan teniendo una continuidad. Yo ya llevo 12 años como presidente. 

¿Por qué era tan especial el famoso trenillo de Valdepeñas, que da nombre a la asociación?

El Trenillo de Valdepeñas es una línea de ferrocarril que se montó en 1893 y estuvo funcionando hasta 1964 y hacía el recorrido de Valdepeñas a Calzada y posteriormente se amplió la línea hasta Puertollano. Yo tengo la experiencia personal de que tengo una rama de la familia que se fue hace muchos años a Puertollano y mi madre cuenta cómo iba con su abuela en el Trenillo, que para recorrer 70 kilómetros tardaba unas 4 horas. Nosotros andamos siempre detrás de todas las investigaciones que se hacen en torno al ferrocarril de la provincia, como las que hace el historiador Daniel Marín, y nosotros hemos hecho exploraciones de la ruta para ver los restos que quedan, hemos rastreado todo tipo de documentación gráfica y archivos sobre su historia, y tenemos aquí una buena muestra de imágenes del Trenillo, así que digamos que es una de las características de nuestra asociación.

¿Qué puedes destacar de vuestra maqueta?

La maqueta tiene un diseño muy atractivo para la gente que nos visita de otros lugares porque en principio el sistema de vías que tiene está hecho después de varios intentos fallidos intentando aprovechar el espacio de esta sala y para que fuera muy accesible y se pudiera visitar de manera cómoda. Es un gran hueso de perro que recorre las paredes en forma de U y está provista de su catenaria funcional, que se puede alimentar el tren tanto por las vías como por la catenaria. Y luego tiene tres estaciones y se puede seccionar de manera que cada tramo de la maqueta lo maneje una persona. Y ahora con el sistema digital las posibilidades van a aumentar mucho porque se incluye el control de locomotoras con sonido o con sistema de producción de humo en el caso de locomotoras de vapor y ya no hay limitación en la cantidad de locomotoras o trenes que pueden estar funcionando al mismo tiempo en la maqueta.

¿Cuál es vuestra labor?

Nuestra labor es divulgación del mundo del ferrocarril, apertura del local a toda la gente que se muestra interesada para ver nuestra exposición de imágenes y artículos ferrovarios y para que disfruten de la maqueta.