jueves, 28 de marzo de 2024, 12:43

Teatro igualitario para sentar bases en la infancia

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Casi 400 alumnos y alumnas de los colegios de Manzanares y Llanos del Caudillo han asistido esta mañana a la representación del teatro de títeres infantil ‘La princesa y el dragón’, una obra que educa en igualdad de género. Beatriz Labián, concejala de Políticas de Igualdad ha acompañado a los menores, que previamente han trabajado la materia en las aulas.

El objetivo de esta actividad, dirigida al alumnado de primero y segundo de primaria, es “explicarles el porqué” es necesario celebrar un Día Internacional de la Mujer, pues “la desigualdad no es percibida de igual manera por los adultos que por los niños”, destacaba la edil municipal. Y es que los menores no ven diferencias de género: “si les preguntas si los niños y las niñas son iguales, y capaces de hacer las mismas cosas, te van a decir que sí”, “les sorprende la lucha para conseguir esa plena y real igualdad. No lo entienden”.

Por ello, es tan importante educar en este ámbito, “para sentar unas bases sólidas para la construcción de una sociedad igualitaria, y a lo largo de todo el año”, subrayaba Beatriz Labián. En base a estos motivos, se ha vuelto a representar, dentro de las XXIII Jornadas de la Mujer, una obra de teatro dirigida a la infancia; una iniciativa que ya se implantó en 2016 con gran acogida y que pretende hacer partícipes de estas jornadas a los más pequeños con programación específica.

Durante la representación, los pequeños han subido al escenario para interactuar y ayudar a los personajes, quienes también les han despedido a su salida del Gran Teatro. Con bailes, canciones, y un guión muy divertido para los niños y niñas, el malvado Artimañas ha sido derrotado.

La historia de una princesa diferente

La representación de títeres ‘La princesa y el dragón’ versa sobre el dragón Artimañas, que amenaza con destruir el país de Tranquilia si no le entregan a la princesa Valentina. Ella, decide “cantarle las cuarenta”, pero el rey Calmodio, su padre, se lo impide.

Rimas, el jardinero enamorado de la princesa, se ofrece voluntario para apaciguar al dragón con su arpa y sus poemas. Artimañas, que no soporta su música, le hace prisionero, por lo que Valentina pide ayuda al público para resolver la situación.

Con la obra, el público de primero y segundo de educación primaria aprende sobre la resolución de conflictos de forma pacifica y sobre la igualdad de género. La apuesta por esta representación gira en torno a la enseñanza de valores en la infancia.